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Las Comidas

La ciencia de la alimentación se desenvuelve con la evolución de la gastronomía y de la cocina. Para determinar cuál es el tipo de dieta más adecuada intervienen dietéticas-nutricionistas, médicos y científicos. De hecho, las nuevas técnicas culinarias han ayudado a fijar el concepto de comida saludable para quienes necesiten cuidar su alimentación.

En su origen más profundo, el hogar, era el lugar donde la familia convivía y se reunía para comer.

En las sociedades más desarrolladas es el comedor el lugar destinado a este uso y la comida se traslada desde la cocina hasta la sala donde se sirve la comida. 

Hoy en día, la comida se traslada muy a menudo a la sala de estar en bandejas individuales.

Por lo que tanto el adolescente como la persona mayor coinciden en comer en soledad.

Muchas de las crisis familiares de la sociedad actual, se deben al hecho de que ya no comen juntos.

Bien es sabido que es mejor tomar una fruta que un dulce. Y que esto debe hacerse, si se puede, sin prisas, conversando e intercambiando.

La edad no debería significar un impedimiento para disfrutar de la cocina. Más bien al contrario.

Por esto, el sentido común nos debería ayudar a encontrar las recetas que nutricionalmente necesitamos.

No cabe la menor duda de que con la edad, la alimentación se transforma en un foco de atención para mantener y prolongar el bien estar físico. Además, la comida, entendida como acto social, es central en nuestras vidas.

En España, muchos mayores recuerdan los olores, los sabores y las aromas de hacer de las recetas tradicionales. Hecho que, sin lugar a dudas, ha ido perdiendo protagonismo en los últimos años.

La cocina popular debería conservarse porque conecta el presente con el pasado.

Definidos los nutrientes esenciales o los micronutrientes, es fundamental encontrar los alimentos y las mejores formas de prepararlos para que resulten agradables gastronómicamente hablando.

No cabe duda de que Salud y Placer deben andar juntos: de la mano. Para las personas mayores, el placer, no debe convertirse en un imposible.

Cada persona mayor es distinta. Esto significa que padecerá un cuadro de salud determinado, poseerá distintos hábitos alimentarios y distintos gustos.

Para la preparación de las comidas hay que tener en cuenta que con el aumento de la edad disminuyen las ganas de comer y las personas requieren menos energía.

En este aspecto, resulta necesario elegir alimentos con alta intensidad y que sean de su agrado.

El reto mundial de hoy en día es acabar con la mala alimentación en todos los momentos vitales. Tendencia a la alza en sociedades modernas y más desarrolladas.

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